domingo, 28 de octubre de 2012

Extraño acariciar tus piernas, el suave olor de la crema que colocabas alli. Extraño el pequeño refugio que habia creado para mi en ti, la manera como los mundos colapsaban, pero no allí. Tu eras mi calma.... ahora solo queda esta almohada, esta maldita, fría, solitaria y vieja almohada.

Te extraño tanto....

Extraño ese mundo de seguridad de pocos centímetros, en donde cabía la mitad de mi rostro, pero era capaz de abrazar mi alma....

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