domingo, 7 de octubre de 2012

Comunicado #8

No quiero empezar este post haciendo creer que el mundo se acabará mañana y no hay salida. Lamentablemente el mundo se ha vuelto un reflejo de la maldad y la ignorancia que reina en los corazones de la mayoría. En mi país volvió a ganar la miseria, el conformismo, el odio; tantos adjetivos más que sinceramente no  pretendo nombrar. Y aunque no hay mal que dure mil años ni cuerpo que lo resista, siento que es necesario huir del "mal". 

Desde hace muchos años he pensado la posibilidad de realizar mi vida en otro país, y si bien la culpa de dejar a los mios será infinitamente grande, no quiero que mis hijos crezcan en un país en donde la delincuencia, la injusticia, la intolerancia, el odio, la maldad, la corrupción... son el pan de cada día. 
Es verdad, todo el planeta está infestado de esa plaga, pero creo que hay mejores opciones que este sistema que se implantará en Venezuela en los próximos años. 

Yo, como muchos otros, seguiremos intentando este camino que nos llevarán a otras fronteras, con las maletas llenas de culpa, tristeza, coraje, de miles de lágrimas y recuerdos. 

Señor, guía mis pasos. 

Hágase tú voluntad y no la mía. Amén






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