domingo, 26 de agosto de 2012

Libélulas


Hay troncos de hierro en el camino, sin embargo, estas allí con tu pequeña campana anunciando que invadirás mis pensamientos y volverás a jugar con ellos. Los pasos son lentos. Trato de ser cuidadosa, pasar desapercibida por el túnel lleno de libélulas, esas que en un cerrar y abrir de ojos se transforman en desdichados cuervos a la espera, para atacar y punzar.

La respiración es profunda. Se cierran los ojos y escucho cuando el aire entra y sale, con pequeños suspiros que revelan la intención. Tú los escuchas, me atacas; invades nuevamente.

Caer; ver infinidades de colores marrones, camisas blancas y quizá algunas negras. Voces silenciosas que señalan al culpable de este crimen. Testigos clavando culpas sin temor, miedo o arrepentimiento. Esperando que salpique la sangre.

Te oigo llegar, con alardes de grandeza; diciendo que las noches serán más largas, que los pasos se sentirán pesados pero que te irás en algún momento, otra vez. 

En silencio logro entender tu juego pero no sé como jugarlo, entonces río a carcajadas, llenando mi boca de millones de papeles de colores que pronto se transformarán en sed, en hambre, en angustia.

Quién te invita a esta cena? Quién envía las invitaciones? Quién eres tú?

Podrías ser el bueno que intenta decir algo, quizá eres el malo que detesta ver tranquilidad. El mismo que me tiene apartada del primero.

Juego este juego que mágicamente se reinicia sin llegar al fin. Sin ganadores o perdedores. Solo tú, tablero indescifrable; y yo, jugadora consumida en la adicción.

lunes, 20 de agosto de 2012

Comunicado N° 6: #FF

Es difícil ver como la sociedad va moldeando poco a poco un concepto a tal manera que muy pocos pueden cumplir. Millones de estereotipos que se han arraigado y que invaden nuestras vidas; exaltándolas o destruyéndolas; sea cual sea tu caso, el mio es este.

Uno de los primeros post de este blog fue dedicado a lo consideraba "amor", supongo que de una manera muy particular.

No pienso pasar el resto de mi vida preocupandome por cosas que simplemente no puedo cambiar, por tratar de cambiar como piensa la gente. 
Ahora no solo viviré con un #FF en mi frente, también será un #FA

¿Por qué? Detesto pensar que tendré que preocuparme por lo que soy y lo que no soy. Creo que ya es suficiente con tratar de salvar mi alma como para preocuparme por lo que otros piensen. Si me aceptan o no. La lucha es constante con los malos hábitos que existen en mi alma, que me apartan de ÉL. 

YO, tendré que aprender a vivir CONMIGO. Si ALGUIEN decide unirse tendrá que soportar lo que conlleva eso. 

Me tendré que tatuar el #FA ?? 

jueves, 16 de agosto de 2012

Odio las lagrimas que hacen brotar los gritos, las marcas que dejan los momentos tristes.

Odio el rencor y la enemistad. Los falsos amigos y a los interesados.

Odio cuando suena el teléfono y no llego a tiempo. Cuando espero una llamada y nunca se da.

Odio la espera y las salas de espera. Los reloj y sus manecillas con los constantes tic-tac que parecen no llegar al final.

Odio el tráfico de esta ciudad y las motos. El miedo evidente al caminar por las calles.

Odio la ingenuidad, aunque yo lo soy un poco.

Odio la humedad aunque amo su olor. Odio los constantes movimientos que producen nauseas.

Odio perder el interés por las cosas tan rápido. Por los libros que leo a la mitad, por la música que dejo de escuchar. Los caminos que se quedaron sin recorrer. Las palabras que nunca dije. Las cosas que nunca hice.

Odio tener nervios y no poder controlarlos. Odio que sepan lo que pienso, lo que siento.

Odio que conozcan quien soy. De lo que soy y no soy capaz. Ese sentimiento de vulnerabilidad.

Odio cuando no encuentro las cosas. Cuando las pierdo.

Odio la cobardía de la que me he convertido en amiga. Odio el miedo.

Odio la incertidumbre y la falta de respuestas. De la ansiedad.

Odio...

Pero al final, no odio nada. Ese sentimiento no está en mi. No lo conozco. Entonces son cosas que me molestan. De las que mas me molestan. (entre otras tantas)
Me pregunto si algún día sabré que hay en tu vida, en tu cabeza, en tu corazón.

<3

jueves, 9 de agosto de 2012

Después hay que llegar_Julio Cortázar

Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, un golpe de viento en el tejado, el estudio número 3 de Scriabin, un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek, el cuento del gato con botas,


   el riesgo está en eso, en que se puede partir de cualquier cosa pero después hay que llegar, no se sabe bien a qué pero llegar,

   llegar no se sabe bien a qué, y el riesgo está en que en una hora final descubras que caminaste volaste corriste reptaste quisiste esperaste luchaste y entonces, entre tus manos tendidas en el esfuerzo último, un premio literario o una mujer biliosa o un hombre lleno de departamentos y de caspa


   en vez del pez, en vez del pájaro, en vez de una respuesta con fragancia de helechos mojados, pelo crespo de un niño, hocico de cachorro o simplemente un sentimiento de reunión, de amigos en torno al fuego, de un tango que sin énfasis resume la suma de los actos, la pobre hermosa saga de ser hombre.


No hay discurso del método, hermano, todos los mapas mienten salvo el del corazón, pero dónde está el norte en este corazón vuelto a los rumbos de la vida, dónde el oeste, dónde el sur. Dónde está el sur en este corazón golpeado por la muerte, debatiéndose entre perros de uniforme y horarios de oficina, entre amores de interregno y duelos despedidos por tarjeta,


   dónde está la autopista que lleve a un Katmandú sin cáñamo, a un Shangri-La sin pactos de renuncia, dónde está el sur libre de hienas, el viento de la costa sin cenizas de uranio,


   de nada te valdrá mirar en torno, no hay dónde ahí afuera, apenas esos dóndes que te inventan con plexiglás y Guía Azul. El dónde es un pez secreto, el dónde es eso que en plena noche te sume en la maraña turbia de las pesadillas donde (donde del dónde) acaso un amigo muerto o una mujer perdida al otro lado de canales y de nieblas te inducen lentamente a la peor de las abominaciones, a la traición o a la renuncia, y cuando brotas de ese pantano viscoso con un grito que te tira de este lado, el dónde estaba ahí, había estado ahí en su contrapartida absoluta para mostrarte el camino, para orientar esa mano que ahora solamente buscará un vaso de agua y un calmante,


   porque el dónde está aquí y el sur es esto, el mapa con las rutas en ese temblor de náusea que te sube hasta la garganta, mapa del corazón tan pocas veces escuchado, punto de partida que es llegada.


Y en la vigilia está también el sur del corazón, agobiado de teléfonos y primeras planas, encharcado en lo cotidiano. Quisieras irte, quisieras correr, sabes que se puede partir de cualquier cosa, de una caja de fósforos, de un golpe de viento en el tejado, del estudio número 3 de Scriabin, para llegar no sabes bien a qué pero llegar. Entonces, mira, a veces una muchacha parte en bicicleta, la ves de espaldas alejándose por un camino (¿la Gran Vía, King´s Road, la Avenue de Wagran, un sendero entre álamos, un paso entre colinas?), hermosa y joven la ves de espaldas yéndose, más pequeña ya, resbalando en la tercera dimensión y yéndose,


   y te preguntas si llegará, si salió para llegar, si salió porque quería llegar, y tienes miedo como siempre has tenido miedo por ti mismo, la ves irse tan frágil y blanca en una bicicleta de humo, te gustaría estar con ella, alcanzarla en algún recodo y apoyar una mano en el
manubrio y decir que también tú has salido, que también tú quieres llegar al sur,


   y sentirte por fin acompañado porque la estás acompañando, larga será la etapa pero allí en lo alto el aire es limpio y no hay papeles y latas en el suelo, hacia el fondo del valle se dibujará por la mañana el ojo celeste de un lago. Sí, también eso lo sueñas despierto en tu oficina o en la cárcel, mientras te aplauden en un escenario o una cátedra, bruscamente ves el rumbo posible, ves la chica yéndose en su bicicleta o el marinero con su bolsa al hombro, entonces es cierto, entonces hay gente que se va, que parte para llegar, y es como un azote de palomas que te pasa por la cara, por qué no tú, hay tantas bicicletas, tantas bolsas de viaje, las puertas de la ciudad están abiertas todavía, 


   y escondes la cabeza en la almohada, acaso lloras. Porque, son cosas que se saben, la ruta del sur lleva a la muerte,
   allá, como la vio un poeta, vestida de almirante espera o vestida de sátrapa o de bruja, la muerte coronel o general espera
   sin apuro, gentil, porque nadie se apura en los aeródromos, no hay cadalsos ni piras, nadie redobla los tambores para anunciar la pena, nadie venda los ojos de los reos ni hay sacerdotes que le den a besar el crucifijo a la mujer atada a la estaca, eso no es ni siquiera Ruán y no es Sing-Sing, no es la Santé,


   allá la muerte espera disfrazada de nadie, allá nadie es culpable de la muerte, y la violencia


   es una vacua acusación de subversivos contra la disciplina y la tranquilidad del reino,


   allá es tierra de paz, de conferencias internacionales, copas de fútbol, ni siquiera los niños revelarán que el rey marcha desnudo en los desfiles, los diarios hablarán de la muerte cuando la sepan lejos, cuando se pueda hablar de quienes mueren a diez mil kilómetros, entonces sí hablarán, los télex y las fotos hablarán sin mordaza, mostrarán cómo el mundo es una morgue maloliente mientras el trigo y el ganado, mientras la paz del sur, mientras la civilización cristiana.


Cosas que acaso sabe la muchacha perdiéndose a lo lejos, ya inasible silueta en el crepúsculo, y quisieras estar y preguntarle, estar con ella, estar seguro de que sabe, pero cómo alcanzarla cuando el horizonte es una sola línea roja ante la noche, cuando en cada encrucijada hay múltiples opciones engañosas y ni siquiera una esfinge para hacerte las preguntas rituales.



¿Habrá llegado al sur? 

¿La alcanzarás un día? 
Nosotros, ¿llegaremos? 


(Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, una lista de desaparecidos, un viento en el tejado - ) 



¿Llegaremos un día?


Ella partió en su bicicleta, la viste a la distancia, no volvió la cabeza, no se apartó del rumbo. Acaso entró en el sur, lo vio sucio y golpeado en cuarteles y callespero sur, esperanza de sur, 


   sur esperanza. ¿Estará sola ahora, estará hablando con gente como ella, mirarán a lo lejos por si otras bicicletas apuntaran filosas?



(un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek ) 

¿Llegaremos un día?


miércoles, 8 de agosto de 2012

Una Pausa y Live Forever




Hace dieciocho años yo tenía 4 y dentro de tantas cosas que pasaron ese día, Oasis lanzó al mercado su single Live Forever junto a varios temas más: Up In the Sky, Cloudburst y Supersonic. No recuerdo nada de lo que pasó en mi vida a los 4. 

Sinceramente nunca he sido partidaria del "fanatismo", lamentablemente (o afortunadamente) me canso muy rápido de las cosas, quizá demasiado rápido, sin embargo, hay "cosas" que me gustan tanto que vuelven a mi con la misma intensidad que en un principio, que me cautivan una y otra vez. Las dejo ir  cuando me "canso" pero ellas vuelven a mi y me enamoran nuevamente. Quizá es la mejor solución. Me ha resultado. 

La primera vez que escuché Oasis fue a los 9 y ahora tengo 22 y sigo enamorándome continuamente del trabajo de Noel Gallagher, a quien espero  la vida y Dios me permitan algún día conocer y ver en vivo, en su nuevo proyecto como solista: Noel Gallagher´s High Flying Birds. 

Más allá de demostrar mi gusto un poco "obsesivo" por Noel, simplemente quiero dejar en claro que esta es una de las cosas que más me gusta de la vida: escuchar Oasis y Noel Gallagher. 

Las mariposas, las cosquillas ... amor, no? De la manera más idealizada que pueda existir. Pero no necesito más de ellos. Es simple y nada complicado. Letras con un toque de romanticismo no empalagoso, justo lo necesario para mi. Ritmos cargados de rock que emocionan mi alma y hacen vibrar mis sentidos. 

Gracias, Noel, por escribir tan maravillosas melodías que me han acompañado desde hace 13 años en esta vida. Gracias por las lágrimas, por las risas y los toques de cinismo. 




"Live Forever"



Maybe I don't really want to know

How your garden grows

I just want to fly

Lately did you ever feel the pain
In the morning rain
As it soaks it to the bone 

Maybe I just want to fly
I want to live I don't want to die
Maybe I just want to breath
Maybe I just don't believe
Maybe you're the same as me
We see things they'll never see
You and I are gonna live forever 

Maybe I don't really want to know
How your garden grows
I just want to fly
Lately did you ever feel the pain
In the morning rain
As it soaks it to the bone 

Maybe I will never be
All the things that I want to be
But now is not the time to cry
Now's the time to find out why
I think you're the same as me
We see things they'll never see
You and I are gonna live forever
We're gonna live forever
Gonna live forever
Live forever
Forever



domingo, 5 de agosto de 2012


Números atentos al descuido de los dedos. Marcan las horas, las fechas, algunas frases y quizás algunas letras: T_e_ a_m_o


Podría pasar el resto de mi vida contemplando tu rostro.

Dentro la inmensidad que baña tu ser, hay algo que amo mas que a ti, mas que a nada. Cómo es eso posible?

Se detiene cara a cara frente al espejo. Ve sombras. Comienza a entender que sus pasos siempre han sido cautelosos, sedientos de prisa pero su alma ha sido fuerte y capaz de soportar tormentas; su alma está cansada.  

Quizás si empieza a maldecir el mundo le ayude a calmar algunas aguas. Nunca funciona. Lo sabe. Entonces tendrá que voltear y tomar las maletas. Como siempre lo hace cuando no soporta la agonía. 

Quién encendió las luces y compuso la melodía de desdicha y fortuna en la que se convirtió esta tormenta? 
Era necesario destruir lo poco que quedaba de aquellas cenizas que surgieron en Octubre? 

Aplacó el calor y de la sed, destruyó la suciedad. Se ha vuelto una tempestad que arrebata lo poco que queda. Y pretende robar el único tesoro que me queda, el alma. 

Pocos han sido los días que han pasado desde el primero y sin embargo, su alma está cansada. Necesita un respiro. Todo fue erróneo. Nada valió pero. y entonces? 

Cuándo dejará de llover? 

miércoles, 1 de agosto de 2012