Solo es frío, Estela

Y existían señales de alerta a tú alrededor: las hojas marchitas, los cielos rojos y el aura fría. Mira lo que lograste con ignorar el Otoño, pequeña. Ahora me entristece ver tus cabellos brillantes o el sol, tu piel agrietada y tus ojos cristalizados. Estela, quién diría que te encontraría aquí? En medio del invierno eterno con el que has envuelto tu ser.

Sé que amas el frío, pero mira cuan grande se convirtieron estas montañas, la nieve aun cae y los picos, que un día pudimos ver, hoy se pierden entre las nubes; amas sentir el estremecer en tu cuerpo, pero date cuenta que se envejecerá como una flor cuando la apartan de su tallo, quedando tus nervios al descubierto; amas la brisa en estos tiempos, pero mira cuan duro se te ha hecho respirar, las pulsaciones caen rápidamente y tengo miedo de perderte, mi pequeña Estela. Y es que perderte seria perder lo que podrías ser en esta caída interminable en el vacío de la existencia.

Oí que el invierno te acompaña desde la cosecha y que en medio de las tormentas no logras ver el sol, que cuando cesan las lagrimas del tiempo logras ver pequeños rayos, que te calientan la piel, pero dime, alguno de ellos logró rozarla? También oí que habías visto luces brillantes en el horizonte que te brindaron calor solo por un rato. Mi querida Estela, sé cuanto querías seguir viendo esas luces, veías algo diferente desde el día en que el invierno llegó pero entiende que esas luces nacen de la inmensidad de la estrella mayor, solo duran tres meses y después que te has enamorado de ellas deben irse.

No mueras de tristeza, no apagues tu ser, mira que también oí que hay algo que llaman Primavera y allí podrás calentarte.

Cuan preciado es el Otoño, la Primavera, el Verano... Oh, el Verano!! Sé que amarías el mar, el sol y la tranquilidad de la arena. Estela, serías capaz de amar dos cosas a la vez? El sol y la luna, los días grises y los soleados. Oh, Estela, es tu eterna capacidad de abstracción la que lentamente condiciona lo que amas, pero el sol...