lunes, 7 de mayo de 2012

Comunicado N° 3: Ciudad de Paradojas

Vivir en un cuarto oscuro por mucho tiempo te cega. Algunos tendrán la posibilidad de ver un rayo de luz, otros no. Aquellos que ven que hay algo más que la noche desean llegar a la luz y vivir allí. A quien le gusta vivir en el cuarto oscuro no querrá apartarse de sus paredes. Quién puede culpar a los que se quedan adentro? Quién puede juzgar a los que salen? Quién puede juzgar a los ciegos por naturaleza o a aquellos que mantienen sus ojos cerrados?...

La última semana he leido cientos de críticas a "Caracas, una ciudad de despedidas", documental realizado por un grupo de jóvenes que intenta exponer de la manera más simple aquellas razones por las cuales desean marcharse del país. Las burlas no han parado de llover en los sitios web y las diferentes redes sociales, lo que ha demostrado que la intolerancia por las opiniones emitidas son cada vez más arraigadas en esta sociedad que se caracteriza por el incremento de la violencia existente entre sus ciudadanos,  y que va rompiendo la barrera que creímos que existía, la de pertenecer a un bando, al otro o a ninguno.

Si bien es cierto que frases como "Me iría demasiado" ponen en total evidencia el precario manejo que tienen los chamos de su vocabulario, no podemos negar que la mayoría del mismo público que criticó esta y otras frases es la misma que utiliza "webon", "maric@", "O sea" y otras tantas palabras "trilladas" en su día a día. Más allá de calificar o descalificar a los jóvenes de este país, diría que el problema radica que la poca capacidad de estos chicos para expresar de una manera válida y razonable su opinión y es producto de un mal que se vive en este país. Y es que el nivel educativo no ha progresado en los últimos años e incluso me atrevo a decir que ha desmejorado, no solo en las instituciones encargadas de formar y educar sino también en la familia. Pero hablaré de eso otro día. 

Mi desconcierto se intensificó cuando salió otro tema a relucir: la emigracion, y junto a ella comentarios como: "Si se quieren ir que se vayan, no los necesitamos". "Yo soy venezolano de verdad y por eso me quedo", "Los apátridas se van. No vuelvan nunca"...  

La historia de miles de cubanos en Estados Unidos empezó con la promesa de una revolución que ha mantenido a Cuba sumergida en la miseria por más de 50 años. Cientos de personas arriesgan su vida cada año para salir de la isla. Los llamados "balseros" apuestan por un mejor futuro lejos de su tierra. Cuba no es el único país que podríamos poner como ejemplo sin embargo, es lo mas cercano que tenemos, y para los que piensan que exagero, quién diría hace 13 años que estaríamos en donde estamos? Con un presidente que gobierna a través de su cuenta en Twitter, con la ciudad más violenta de latinoamerica, la inflacion más alta... con un montón de dificultades que parecen no tener fin. Males que nos encamina al desafortunado destino que ya otros tienen. 

Estos balseros, los que logran llegar a Miami, tienen la oportunidad de lograr tener en poco tiempo aquello que, ni con toda una vida de trabajo, lograrían tener en su país. Y entonces, quién los puede juzgar? 

Venezuela no escapa de esa realidad denominada "Socialismo" al cual se anexaron "del Siglo XXI", pero es que "socialismo", "comunismo", "dictadura" o como la quieran llamar, cada día son más las dificultades a la que nos enfrentamos y son más las ganas de muchos jóvenes en querer salir de este país antes de que tengan que recurrir a las "balsitas" para escapar. Quién puede culparlos? O acaso no deseamos tener todos un mejor futuro? 

Sea aquí o en otro lugar, algo que he aprendido es que el mundo sigue girando, los políticos seguirán siendo políticos, los errores que una vez se cometieron se volverán a cometer y que lamentablemente y por mas difícil que resulte, todos seguiremos buscando un mejor futuro para nosotros y para nuestra familia. Nos montemos en un avión, en balsita o nos quedemos en nuestra patria, todos queremos y deseamos mejorar nuestra calidad de vida. 

Así que mas allá de falsos patriotismos es hora de actuar si queremos cambiar nuestra realidad. No encontraremos una solución llamando "apátrida" a los que se van, tal y como lo hizo Fidel. A los que se quedan, luchar por la libertad y no dormirse como el pueblo cubano a la espera de un "milagro", y los que se van, hacer que valga la pena la travesía. 

Nos están envenenando con odio, será que se lo permitiremos? 

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