Estuviste en mis sueños todos estos años y te encontré. Te encontré de la manera más absurda más incoherente y menos racional, así, del mismo modo que estaba yo; absurda, incoherente y menos racional. Sin palabras qué decir. Te encontré y me enamoré. Eres tú. ¿Acaso eres tú? Sólo tengo aquella sonrisa y un papel con tu nombre, el mismo que escribí yo para no olvidar.
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